Ya es primavera.Mantener una calidad óptima del aire interior previene el agravamiento de enfermedades respiratorias como el asma
El asma en España afecta a un 5% de la población adulta, y entre el 8% y el 12% de los niños y adolescentes. En valores absolutos el asma asciende a más de 3 millones de adultos y más de medio millón de niños hasta los 14 años.
En la actualidad es la enfermedad crónica más prevalente en la infancia que cursa con inflamación de los bronquios y hace que éstos se obstruyan y sean muy sensibles a una gran variedad de estímulos del ambiente.
Los principales síntomas son: sibilancias, tos persistente, rigidez torácica y dificultad para respirar, especialmente temprano por la mañana o durante la noche.
Las causas del aumento de la incidencia del asma son varias, y van desde una mayor exposición al polen o a los ácaros del polvo doméstico a la cada vez mayor presencia del humo del tabaco en el aire ambiente.
Pasando por la presencia de sustancias industriales de todo tipo en el interior de los edificios y en el aire exterior. Todos ellos son potencialmente contaminantes y alergénicas.
Los datos recopilados en numerosos estudios, epidemiológicos y ambientales, muestran como se ha producido en las últimas décadas un incremento de enfermedades como el asma. Paralelamente, han aumentado las concentraciones de diversos contaminantes atmosféricos.
Los agentes biológicos más prevalentes son los virus, las bacterias, los hongos, las algas, las amebas, y los pólenes.
El tratamiento del asma consiste principalmente en la administración de medicamentos antiinflamatorios y broncodilatadores. También son eficaces las medidas de evitación de alérgenos (purificar el aire, fundas antiácaros, reducir la humedad, retirar alfombras y moquetas, evitar peluches y libros en el dormitorio).
El uso de purificadores y filtros en los aparatos de aire acondicionado con bombas de calor incrementa la calidad del aire interior, con lo que se previenen posibles complicaciones en el sistema respiratorio.
Recomendaciones generales para las personas alérgicas y asmáticas a tener en cuenta en los ambientes interiores:
- Mantener la casa bien ventilada, evitando la humedad y controlándola con deshumidificadores y aires acondicionados.
- Limpiar el polvo con un trapo húmedo y aspirar a menudo los espacios interiores.
- Si se tienen mascotas, lavarlas y cepillarlas frecuentemente.
- Utilizar unos sistemas de aire acondicionado adecuados, usando filtros como Filtrete, que deben cambiarse cada 2 meses, tanto en invierno como en verano.
- Mantener cerradas las puertas y las ventanas en las épocas de gran polinización, y utilizar filtros Filtrete para reducir el polen en el ambiente.
- Usar purificadores de aire Filtrete para limpiar el aire de alérgenos, y procurar cambiar su filtro cada 3 meses.
- Evitar fumar en espacios interiores.
- Evitar el uso de irritantes, como ambientadores o productos de limpieza con olores fuertes, así como cualquier otro producto que se base en aerosoles.
- Evitar los muebles tapizados, las alfombras, los peluches y todos los tejidos en los que sea fácil que se acumule el polvo.
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