miércoles, 16 de mayo de 2012

Los problemas dentales no se quedan en la boca



Tu boca puede influir en tu actividad deportiva mucho más de lo que piensas


Las enfermedades bucodentales, como la caries, la gingivitis y periodontitis, no sólo provocan fuertes molestias que afectan a tu rendimiento de modo inmediato ¡quién puede entrenar o competir cuando tiene un dolor de muelas! Además, esas infecciones se diseminan por vía sanguínea pudiendo pasar a otros órganos. El resultado es una infección generalizada que puede llegar a ser muy grave y que, aunque sea leve y asintomática (todavía no notemos ninguna molestia), sin duda afectará a nuestro rendimiento deportivo. Cuando aparece una enfermedad, tu sistema de defensa está trabajando para combatir ese ataque y tu organismo no podrá emplearse en entrenamientos y competiciones como a ti te gustaría.

Tampoco olvides que si tu sistema inmunológico está “distraído” tratando de controlar una infección es más fácil que se vea afectado por otra que puede resultar incluso más grave, especialmente si estamos realizando un esfuerzo físico intenso. Nuestra inmunidad baja y frecuentemente padecemos problemas digestivos o resfriados como consecuencia de ese esfuerzo, si a esto unimos que estamos comprometidos inmunológicamente… nuestro cuerpo tardará más en recuperarse e incluso manifestará una patología más grave. Acuérdate también de tu boca si una inoportuna gastroenteritis o una gripe estropean la competición que con tanto mimo has preparado.

Por si fuera poco, está comprobado científicamente que muchas lesiones articulares y musculares son consecuencia de focos infecciosos dentarios, centros principales de una enfermedad, generalmente infecciosa, que provoca sepsis (contaminación) en zonas alejadas de la boca a las que llega a través de la sangre.

Por todo esto, resulta muy importante identificar cualquier infección en la boca, lo que no siempre es sencillo puesto que muchas veces son indoloras por ser crónicas. Si quieres rendir, debes visitar a tu dentista regularmente, al menos una vez al año, aunque no tengas ninguna molestia. La prevención es fundamental para mantener un buen estado bucodental y, por tanto, una buena salud y un correcto rendimiento deportivo